Llega la noche

Ya es de noche. Son las 22:41 y siento una angustia...
Encima ahora acá hace frío. Parece que la estufa no da abasto o entra frío por alguna ventana mal cerrada o algo así. Y discuto con él. Y cortamos el teléfono diciendo friamente "hasta luego". Hoy no era el día para esto. Cómo me cuesta estar bien, motivada, con la frente en alto. Ya fui a varios psicólogos y todos dicen lo mismo. Llega un momento que la canción es la misma. Llega un momento que la mente se cansa de razonar y no puede convencer a esas otras heridas (las que están en otro plano, en el emocional) y NO alcanza con pensar para calmarlas. Quizás un abrazo o un beso dado a tiempo las hubiera curado en su momento. Hubiera dejado alguna cicatriz para alardear como un sobreviviente. O no. Para esconder y lamer a escondidas. Igualmente, son todas conjeturas. Y sigue haciendo frío. Y me siento tan triste y sola que no tengo ni ganas de comer.