Me había advertido el médico de Pronokal que los primeros días uno experimenta cierto "malestar". Bueno, así fue. El primero día estuve con mucho dolor de cabeza. El segundo me desperté con náuseas y el dolor de cabeza del día anterior. Dudé en continuar con la dieta porque, imagínense, yo estaba con ese dolor insoportable y así y todo debía ir a trabajar, estudiar y cumplir con mis obligaciones diarias. Si los malestares se prolongaban durante mucho tiempo más no iba a poder resistir las ganas de dejarla.
El tercer día fue completamente distinto. Se fue el dolor y la sensación tan rara en el estómago y empecé a sentirme bien. Me contaron algunas otras personas que a ellos les pasó lo mismo.
El tercer día fue completamente distinto. Se fue el dolor y la sensación tan rara en el estómago y empecé a sentirme bien. Me contaron algunas otras personas que a ellos les pasó lo mismo.
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