¡Que NO se corte la cadena!

Ayer a la noche me dio cierta ansiedad. Estaba sola en casa y ese suele ser el momento "peligroso" para mí. Suelo pensar que empiezo mañana de nuevo, que no vale la pena, que no se me nota mucho de todos modos lo que adelgacé, que se nota más lo que me falta que lo que ya lo logré (11 kilos, me faltan como 30), etc, etc. Y curiosa es mi mente, todo esto sucede en un segundo. Es un flash en el que se me nubla la mente y empiezo a comer lo que ya hay en casa o manoteo los primeros zapatos que veo por el piso, me los pongo y salgo corriendo a comprar comida. Conclusión: termino sintiéndome derrotada. Esa es la palabra. DERROTADA.

Pero ayer a la noche algo distinto pasó. En vez de manotear comida, encendí la computadora y empecé a leer los blogs que sigo; y viendo las historias de otras/os y sus esfuerzos e idas y venidas pude frenar ese impulso tan nocivo para mí. Y me tomé un yoghurt descremado de frutilla y descansé, porque realmente estaba cansada después del día de trabajo. Me sentí en paz. En momentos así me siento tan bien...

Así que quiero agradecer a la gente que se anima y tiene la constancia de escribir sus blogs porque podría estar haciendo otra cosa pero se toma un momento de su tiempo para que gente como yo los lea. Y así y así. Y lo bueno de esto es que se forma una cadena en la que la energía positiva, la buena onda, los buenos deseos, las alegrías por los buenos resultados y también tristezas por las recaídas (lo cual es normal) sirven para ayudarnos a ver las cosas desde otra perspectiva. A darnos cuenta que somos humanos, que podemos equivocarnos y que podemos hacer bien las cosas, que hay esperanzas para todos.

Una de las cosas que peor le hacen a uno es sentirse SOLO.

Y con esto quiero decir algo que había mencionado en un post anterior. Soy afortunada de tener algunos amigos con los que puedo hablar de cualquier cosa y me contienen, pero hay cosas que SOLO alguien que es ó fue gordo entiende. La soledad del gordo es algo único, así como hay "otras soledades". La soledad del gordo frente la sensación de descontrol y esclavitud con la comida.

Así que estoy contenta y hoy me siento bien. Y, en este momento, no siento hambre ni compulsión.

Nos deseo lo mejor a todos. Nos lo merecemos. :)